Día del Pinot Noir
Por si alguna vez te lo imaginaste, caminar por un viñedo de Borgoña al amanecer es parecido a perderse en una pintura de Monet, con tonos y texturas que desafían la realidad. Y allí, entre esos matices pintorescos, se encuentra el Pinot Noir, aguardando a ser descubierto por aquellos aventureros del paladar.
¿Qué es el Pinot Noir?
Pinot Noir evoca imágenes de colinas ondulantes francesas, catas de vino sofisticadas y un encanto del viejo mundo que es difícil de definir pero imposible de ignorar. Originado de las palabras francesas 'pin' y 'noir', que significan 'pino' y 'negro' respectivamente, la uva lleva este nombre debido a sus racimos apretados, en forma de piña, de uvas oscuras.
Básico y directo: el Pinot Noir es elegancia embotellada. Según expertos del mundo vitivinícola, este varietal, originaria de Borgoña, es una de las más antiguas cultivadas para la producción de vino, sus registros históricos datan a hace más de mil años, bajo custodia del imperio Romano. Con una piel delgada y delicada, es tan caprichosa en el cultivo como sublime en la copa.
Karen MacNeil, en The Wine Bible, describe con elocuencia el atractivo del Pinot Noir, comparando su complejidad con una figura a la vez seductora, elegante y poderosa. Su elegancia es engañosa; detrás de esos taninos suaves y aromas etéreos yace una historia de desafíos y, a menudo, desengaños.
De la Uva al Vino
Pregunta a cualquier viticultor sobre Pinot Noir, y es posible que suelte un suspiro agotado antes de sumergirse en sus experiencias. A pesar de su encanto, esta uva es notoria en el mundo vitivinícola. Es sensible, haciéndola vulnerable a una miríada de calamidades, desde plagas y enfermedades a desfases en la maduración. Es susceptible a mutaciones, lo que da lugar a un número asombroso de clones, lo que aumenta su imprevisibilidad. De ahí sus numerosos apodos, todos alusivos a los corazones que ha roto. Sin embargo, ¿por qué los vinicultores de todo el mundo persisten con el Pinot Noir? La respuesta radica en su capacidad inigualable para expresar el terroir. Cuando se cultiva en condiciones óptimas, puede producir vinos que son una revelación.
Una vez en la bodega, la verdadera prueba comienza. Aquí no hay atajos, solo el arte y la ciencia combinados en la elaboración. Y, aunque cada uva presenta sus propios desafíos, el Pinot Noir requiere un toque especial. Es como preparar un plato complejo: equilibrio, paciencia y un poco de audacia.
El Sabor: Más allá de lo Cotidiano
No me malinterpreten, amo un buen Cabernet o un Tempranillo robusto, pero hay algo en el Pinot Noir... Su paleta aromática, que varía desde frutas rojas hasta notas terrosas y florales, es simplemente insuperable. Es un vino que te invita a quedarte, a dialogar, a perderse en el momento intentando descifrar el terroir y los métodos del productor.
Aunque Borgoña sigue siendo el bastión del Pinot Noir, su encanto ha llevado a su cultivo en todo el mundo. En las frías tierras de Nueva Zelanda y en regiones como el Valle de Willamette en Oregón y Russian River en California, están creando Pinots que, aunque distintos de sus contrapartes borgoñonas, son igualmente cautivadores.
El mundo del vino es vasto, pero el Pinot Noir se distingue. Es una reflexión de la eterna búsqueda humana de belleza y perfección. Y aquí, en Ensenada, Baja California, en el programa de viticultura y enología de la INUE Universidad, continuamos ese viaje, cultivando y celebrando la majestuosidad de la Pinot Noir en cada botella que producimos.
La vida, al igual que un buen vino, se trata de disfrutar el viaje. El Pinot Noir es una invitación a explorar, a descubrir y a apreciar la belleza de lo simple. Desde Borgoña hasta Ensenada, cada botella cuenta una historia.
Y como diría un viejo amigo: "Es tu cuerpo, es tu fiesta, es tu vino". En INUE Universidad, te invitamos a descubrir ese mundo, vaso en mano. Aquí te esperamos. ¡Salud!